¿CÓMO PUEDES AYUDARTE QUERIDO AMIGO?

¿Cómo puedo ayudarte querido amigo?. 



¿Qué pasa?, ¿me he confundido con el título?; porque yo quiero realmente ayudarte; sé que lo estás pasando tremendamente mal y quiero ayudarte; …pero….es que no sé si yo podré ayudarte; sí estoy seguro que tú puedes ayudarte; yo, desde aquí, no sé si podré, pero lo voy a intentar con todo mi cariño y empeño.

Porque sí, este artículo va expresamente dedicado a ti; a ti que tanto estás sufriendo, a ti que tanto te aprecio, a ti que tanto me aprecias.

El artículo, si no caigo en la tentación de particularizarlo demasiado en ti, era un tema que tenía previsto tratar en el Blog-Curso “Cómo ser y Vivir Feliz”, en la Tercera Parte del mismo; pero aún no hemos llegado ahí, y sé que tú no eres uno de los habituales del Curso; así que lo trataremos en esta “Universidad de la Vida” que sé que sí la lees de vez en cuando, porque sé que te gusta leer y aprender. Leer quizás no lo hayas hecho mucho años atrás, pero aprender lo hiciste desde muy joven en que la vida empezó a darte tortas para hacer de ti un hombre excepcional. Llevas, pues, muchos años aprendiendo de la Vida, y es imposible dejar de hacerlo si quieres seguir viviendo llevando paz y amor a esos seres tuyos que tanto quieres.

Te están haciendo una gran putada. Así. Con todas las letras: una gran e injustísima putada. Tú sabes que es así, y sabes que ellos piensan lo mismo. Por eso es normal, lógico... ¡¡¡ y hasta bueno!!!  que grites tu rabia, tu odio, tu sentimiento de impotencia, tus ganas de pasarlos a cuchillo;…. ¡¡¡Sí, es lógico y bueno que lo grites y lo arrojes de ti ¡!!!!….Una vez; …quizás dos…; pero no más.
Tienes que gritarlo muy fuerte para arrojarlo realmente de ti; pero no puedes, no es bueno, y ….hasta te diría que no es lógico, que lo volvieras a meter en tu cabeza y volvieras a sufrir de nuevo.

En esta “Universidad de la Vida” hemos aprendido que nada se puede volver para atrás. Todo lo que ha sucedido ha sucedido y no se puede cambiar. ¿Se debe analizar?, sí, ¿por qué no?.  ¿Es lógico tratar de encontrar una explicación con sentido?, sí, es lógico. Pero ¿es igual de normal y lógico que estemos todo el día preguntándonos: “Pero por qué a mí?, ¿qué he hecho yo para que me pase todo esto?” NO, NO, tú no lo has hecho, lo han hecho ellos, y sus razones no tienen por qué ser lógicas…ni tan siquiera justas, ….ni serán nunca suficientes para acallar tus sufrimientos.
Creo que debes abandonar ya esa guerra: no trates de entender la situación; no trates de modificar su injusto desenlace. Esas batallas son equivocadas, no tienes nada que ganar en ellas.

Muchas veces no salimos de esas batallas porque nos rebelamos contra la idea de “no rebelarnos”. No nos permitimos fácilmente a nosotros mismos actitudes y decisiones que pudieran parecer que aceptamos o claudicamos ante los demás. Pero es que aceptar la realidad de los hechos no quiere decir que aceptemos a las personas, ni las decisiones y las actitudes que las han provocado, significa, nada más, que aceptamos que no siempre podemos cambiar todo, y que nunca podemos evitar lo que ya ha sucedido.

Tendrás que pasar un tiempo de duelo, sin duda; pero no creo que sea bueno que lo alargues indebidamente. Tú eres valioso, muy valiosos. Somos muchos los que “te queremos” por cómo eres, y que valoramos todo, todo lo que vales como trabajador. No puedes, pues, cometer tú otra injusticia: infravalorarte, vencerte a ti mismo.

Ya sé que no es fácil, por supuesto, nada es fácil. Ya sé que llevas muchas cicatrices encima, por supuesto, no se ganan las batallas sin heridas. Me dirás que vale, que puede que sea cierto todo esto, ….pero que ¡¡¡ya está bien!!, que son años tras años; que uno se va cansando, y que hay momentos que el único grito que te sale, el único pensamiento que te viene a la mente es  ¡¡Basta, ya no puedo más!!!. Y eso también es lógico y normal.

Pero no olvides que sólo existen dos clases de hombres que dijeron esa frase: los que fue esa su última frase, y los que siguieron pensando que la mirada y la sonrisa de su hijo, la mirada y la sonrisa de su pareja se merecían todo su esfuerzo, toda sus valores, todas sus bondades: los que pensaron que esta Vida merecía la pena luchar para poder seguir viviéndola.


No se pueden cambiar los hechos de los demás; pero sí podemos cambiar nuestros pensamientos y de ellos nuestros sentimientos. Tú has vivido momentos muy, muy difíciles. No pienses en su número, ni en su frecuencia, ni en su gravedad, ni en su injusticia; piensa y siente cómo saliste de cada uno de ellos y fuiste feliz contigo mismo y con todos a los que tanto quieres, con todos los que tanto te queremos. Ahora es una vez nueva: no una más … mirando hacia atrás, ….sino la primera mirando al futuro; ¡¡¡aurrerá!!! …que diría Polito
 
Partido a partido, campeón

Escucha esta música un par de veces seguidas, ....y cuando vuelvas a desarlo






 http://youtu.be/AY1fDCz0bB0












4 comentarios:

  1. Buen artículo que puede llegar a mucha gente....a mi me ha llegado. Es cierto, no podemos, o mejor dicho, no debemos anclarnos en el pasado en pensamientos del tipo "si hubiera hecho o no hubiera hecho", "si hubiera dicho o no hubiera dicho", ya no sirve, lo hecho hecho está y lo vivido vivido está para bien o para mal, ya pasó. No podemos cambiar el pasado, pero si mirar hacia delante con fuerza e ilusión. Adelante, siempre adelante....Dios proveerá. Después de las tormentas, siempre sale el sol.....después de caernos, nos tenemos que levantar. Gracias por este bonito artículo y fuerzas para que sigas escribiendo muchos más durante mucho tiempo.

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tu comentario.
    Sí, aunque motivado pensando en una persona concreta, creo que nos es aprovechable para todos

    ResponderEliminar

Anímate a aportar tus opiniones a todos los participantes del blog