BLOGS Y FACEBOOK, ¿PARA QUÉ?



Probablemente cualquier día de estos, o de los de más allá, me lance a tratar a fondo este tema pues creo que es de lo más sugestivo: ¿para qué crea una persona un Blog?, ¿para qué se apunta uno en Facebook?. 

Como digo, ya hablaremos de ello. Sin duda que ninguna persona tendría la más mínima dificultad en contestar a esta pregunta….respecto a los otros; pero ¿qué se respondería en su propia soledad, en su realidad interna?. Repito, por tercera vez, ya hablaremos de ello.
 
Hoy simplemente os voy a comentar por qué he comenzado este artículo de esta forma.

Ya conocéis todos  -más o menos-  a mi amigo Fidelio: ese incordio continuo que tengo a mi lado preguntándome continuamente “para qué hago esto, o aquello”, y cuestionándome en todo momento si estoy en la realidad de los demás o en mi propio mundo idealizado.

Y, en concreto, esta vez ha sido en base a otra aportación de un pps de nuestra habitual colaboradora Carmen López que a mí me parecía interesante traer al Blog. A lo que él  -como siempre-  me preguntó: ¿y para qué?; ¿y lo vas a transformar algo como siempre?, ¿es que crees que así será mejor?, ¿o te valorarán a ti más por ello?.

Mi  “querido” Fidelio, (...porque en el fondo le quiero porque aprecio sus valores y su amistad) hace tiempo que me plantea dudas sobre el contenido del Blog “Universidad de la Vida”. Me recuerda que cuando yo le comenté que me había decidido a ponerlo en marcha tenía una idea muy clara sobre su objetivo y contenido y de ahí su “descripción”, o sub-nombre, como “... un camino para aprender a vivir con los demás y para los demás”
Me decía, y es cierto, que la amplitud del contenido del Blog estaba mucho más limitada al principio; y que poco a poco he ido abriendo nuevas categorías, hasta de divertimento, puzles, música … y demás; y que los Blogs deben ser mucho más específicos y sobre una materia que realmente se domine y se pueda aportar algo propio.

Siempre he dicho que la gran dificultad para poder “callar” alguna vez a Fidelio es que casi siempre tiene razón en la dimensión de sus argumentos. Es sobrio y prudente y siempre espera a escuchar antes de hablar, por lo que sus comentarios en la mayoría de los casos son acertados. Y creo que lo comentado hasta ahora también es así.

Pero ¿por qué ese “camino de aprendizaje” debo entenderlo hacia los demás y no hacia mí también?. ¿Por qué he de pensar que “mi misión” es simplemente “enseñar” a los demás de aquello que pueda considerar que sé algo?. Cuando tenía 17 años escuché una de esas frases que te hacen madurar y que decía lo siguiente: “Cada persona es probable que sepa más de algo que todas las demás; pero si así fuese, yo sólo podría enseñar una sola cosa a todo el resto de las personas; y, sin embargo, he de aprender una que no sé de cada uno de los demás”. Y, como digo, desde los 17 años esta frase me ha acompañado.

Por eso, cuando a través del Blog y de Facebook fui recibiendo aportaciones y comentarios de otras personas, me fui dando cuenta que debía dar a estas personas el respeto, agradecimiento y reconocimiento de la labor de formación que estaban desarrollando en esta cadena de interrelaciones humanas que siempre he valorado.

Y todo esto lo traigo a colación porque el contenido de la aportación que hoy os traigo yo ya lo había leído alguna vez; pero no sentí lo mismo cuando lo vi plasmado en el soporte y formato del pps que me remitió M.L; y tampoco fue lo mismo cuando vi otras muchas publicaciones que hay en Internet sobre el mismo tema; y pensé que ese cúmulo de nuevas percepciones y sentimientos derivados también podrían producirse en cada persona a la que yo pudiera transmitir mi propia creación al respecto.

No es, pues, nada evidentemente diferente a otras publicaciones semejantes, ni voy a aportad novedad alguna. Simplemente es ser coherente con mi sentido de la vida: “lo que cada uno pensamos y sentimos en cada momento es el fruto de la coincidencia de lo que deseamos, de lo que necesitamos y a lo que nos abrimos a recibir de los demás”. Si estoy en lo cierto, este trabajo habrá merecido la pena. Y si no fuese así ….para algunos …seguro que para otros sí lo es.


Bien, el tema concreto es una historia real sucedida a finales del siglo XIX, entre las ciudades de Filadelfia y New York, y en relación con el Hotel Waldorf Astoria de N.Y.
Para ilustraros la historia os he construido este vídeo, con el fondo musical de “New York, New York”, con Frank Sinatra

Espero que os guste él video,  y que si estáis de acuerdo con el fondo de este artículo lo difundáis entre vuestras amistades.

http://youtu.be/CL4EcYLkRR0

Y no os olvidéis volver a esta página
cuando hayáis visto el vídeo


Gracias por la atención que siempre prestáis a los contenidos de mis blogs.











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