¿SE LLORA REALMENTE DE ALEGRÍA?



Hace unos días recibí, a través de Facebook, un vídeo en el que se veía cómo unos niños reaccionaban con lágrimas a la alegría de recibir un perrito que siempre habían deseado. 

Con motivo de este video tuve ocasión de ver algún otro en este sentido, en que se podían observar los llantos, o las lágrimas de concursantes que ganan un premio, de familias que se reencuentran al cabo del tiempo, de soldados que vuelven a casa, o de triunfos de equipos de futbol.
 
Y me planteé la pregunta que da título a este artículo: ¿La alegría puede producir lágrimas y llanto?

Bien, comenzaré por una afirmación que, como tal, probablemente generará reacciones contrarias:  “La alegría se manifiesta normalmente con la risa, no con el llanto. El llanto es la expresión más genuina del dolor y la tristeza”

Pero algunos me dirán: Pues yo he visto llorar a mucha gente de risa.

Y yo les contesto, sí, “de risa”, ….como también se llora pelando cebollas. Pero eso son mecanismos fisiológicos del propio cuerpo. No tienen nada que ver con los estados emocionales de alegría versus tristeza

Entonces, ¿por qué esos llantos tan cargados de emoción en momentos y situaciones de auténtica felicidad?.

Para Freud, el llanto es una forma de catarsis; un modo de liberar la energía de las emociones reprimidas que no han sido canalizadas adecuadamente

Ad Vingerhoets y Michele Hendriks de la Universidad de Tilburg, junto a Jonathan Rottenberg de la Universidad de Florida del Sur de Tampa, intentan revelar de manera científica si realmente llorar hace bien como la mayoría supone. Lo cierto es que las encuestas dan como resultado que las lágrimas alivian, liberan y tienen fuerzas sanadoras.

El farmacólogo William Frey, de la Universidad de Minnesota en Saint Paul constató en 1981 que las lágrimas que expresan una emoción y las que se vierten en forma refleja difieren en su composición. Las derramadas debido a la tristeza poseían un cuarto más de proteínas que las producidas por el efecto de una cebolla; y posteriormente se comprobó que contenían mayor cantidad de tres hormonas del estrés, la prolactina, la adrenocorticotropina y la leu-encefalina.

¿Es pues el llanto una reacción liberadora de estrés?. 

En ese caso, tendríamos que admitir que “la alegría” también produce estrés, no? 
Es que el estrés no es sino una situación continuada de un alto nivel de emoción, sea esta tristeza, angustia, miedo, ilusión, expectativa, etc.

Aunque no hay unanimidad absoluta en afirmar que sólo los humanos lloramos, sí es una teoría científica generalmente aceptada en el plano emocional, no fisiológico. Y hay estudios que afirman que el llanto es consustancial e innato al ser humano, y que solo ciertas pautas sociales y culturales van impidiendo que las personas lloren más. Y en dichos estudios se afirma que el llanto (indiscutible en los niños) no es más que la única forma que tenemos para expresar una emoción que no somos capaces de hacer con palabras.  ("nudo en la garganta")

Bien, de acuerdo con todo lo anterior, podemos ya ir admitiendo que el llanto es “un estallido emocional” a algo que no puede expresarse con palabras ordinarias. Pero ¿de alegría, o de pena?.

Veamos una opinión/ejemplo al respecto : “Yo creo que en realidad el llanto de emoción o de alegría es como una especie de descarga al recordar algo malo que viviste cuando esto ya ha sido superado. Por ejemplo: supongamos que un familiar tuyo es secuestrado durante 3 meses por delincuentes. No tienes noticias de él. De repente un día los delincuentes deciden soltarlo sin hacerle ningún daño. Aparece repentinamente en tu casa y te comenta lo sucedido. Lo abrazas fuertemente y llorando de alegría. El llanto en realidad es la descarga emocional al recordar todo lo que sufriste durante todo ese tiempo que estuvo secuestrado. O sea que el llanto en realidad es de tristeza. ¿Me explico?”

¿Qué sucede en esos ejemplos que hemos puesto del ganador de un concurso, o de un campeonato de futbol?. Pues lo mismo, que durante un largo periodo de tiempo han estado soportando un gran estrés ante la posibilidad  “de no ganar”.

Otro ejemplo que viví de forma directa: Un estudiante llega a casa con la selectividad aprobada, y con nota suficiente para iniciar la carrera que quiere. Se lo dice a su madre, ésta le abraza y rompe a llorar. El chico, en broma le dice: si llego a saber que ibas a llorar suspendo. Y la madre le contesta: “Es de alegría, hijo, es de alegría, ¿tú sabes lo que yo he sufrido hasta conseguir esto?”
Evidentemente el “origen”, el “detonador” de la emoción de la madre fue el éxito de su hijo, y así se lo expresó tranquilamente después de esa primera reacción liberadora; pero ese llanto incontrolable, espontáneo, fue por la liberación de la tensión, el esfuerzo, “el sufrimiento” que ella había tenido durante tanto tiempo


Una de las emociones más interesantes del ser humano es la “sorpresa”. 
Hay quien dice que en los ejemplos citados de llorar de alegría, lo que hay es un factor sorpresa: sucede algo que no esperábamos y entonces reaccionamos sin palabras, con la expresión emocional más innata que tenemos: el llanto

Personalmente, después de leer al respecto, yo no estoy muy de acuerdo con esa hipótesis. Cierto que la sorpresa es un detonador emocional fortísimo que, en cierto modo, paraliza las formas habituales de reacción y expresión, pero creo que la sorpresa por sí misma, sin esa carga acumulada de estrés previo, no generaría una reacción de llanto.

Precisamente, la definición de “sorpresa” implica algo “inesperado”, y  yo creo que “el llanto de alegría” implica precisamente lo contrario : “sucede, ¡¡por fín!! algo deseado, esperado”. Algo deseado, esperado, quizás de forma angustiosa; quizás con pensamientos de que nunca iba a suceder. 
O bien, algo que te sucede en una situación emocional especial.

Veamos un ejemplo. Supongamos el tradicional juego de la quiniela. Un señor jubilado juega a la quiniela todas las semanas. Juega esperando que le toque, si no, no jugaría. Y juega con la ilusión de que le toque un buen pellizco para poderse ir a un viajecito a Paris con su mujer. Si a este hombre le toca la quiniela, posiblemente dé saltos de “alegría” y abra una botella de cava, sin llanto alguno.
Pero supongamos que el hijo de este señor acaba de perder el trabajo y se encuentra a punto de ser desahuciado de su vivienda. Y así pasan semana tras semana hasta que un día ¡¡pleno al 15!!. Este señor mira su boleto, va donde su hijo, se lo da con un fuerte abrazo y un lloro pleno de felicidad.
Saltaba de alegría por el premio que siempre esperó. Lloraba de alegría ante la posibilidad de resolver el problema familiar que les acuciaba


Os traigo a continuación el vídeo que creo mejor refleja este proceso de alegría normal ante una situación agradable - sorpresa - liberación de emociones mediante el llanto

https://www.youtube.com/watch?v=hmyFTkqqrOA

 
En definitiva: Quizás sí lloremos “de alegría” cuando ésta es tan fuerte, súbita y liberadora de angustias y expectativas anteriores, que “no tengamos palabras” para expresarnos de otra forma

El lenguaje es un arma de doble filo: es esencial para comunicar ideas y principalmente en sociedad, e incluso tratamos de hacerlo en varias lenguas diferentes; ….pero si queremos expresar emociones hagámoslo en silencio, sin palabras, con nuestra mirada, con nuestras caricias, con nuestras sonrisas, o con nuestros llantos. Si nos acostumbrásemos a expresarnos así, tendríamos mucha mayor tranquilidad, menor estrés, menor angustia, en todos los días de nuestra vida.

¿Os animáis a hacer la prueba hoy?, ¿Os animáis a dedicar 10 minutos a coger de la mano a alguien de vuestro entorno, mirarle, sonreírle, y sin deciros palabra dejar que salgan vuestros sentimientos?

Y, por supuesto, cuando veamos llorar a una persona a nuestro lado no le digamos: “No llores”. Por el contrario, debemos aprender a dejar que el otro pueda expresar su emoción, manifieste cómo se siente, no debemos preocuparnos por cómo tenemos que reaccionar nosotros ante su dolor, o su alegría, puesto que en ese momento, sobran las palabras y lo más importante es el sentimiento.

Quiero finalizar con una frase (de autor desconocido) que he encontrado por ahí y que creo refleja también  el sentido de todo lo que he propuesto antes

 















3 comentarios:

  1. Buen artículo Carlos. Por fin te escribo.

    Después de leer este artículo, coincido que cuando lloramos de alegría es por la liberación emocional que ha desencadenado un proceso de estrés, por la espera de un deseo que llevamos tiempo esperando que suceda o esforzándonos para que se cumpla y que finalmente ha ocurrido.

    Quería añadir, que me he dado cuenta, recordando algunos de los momentos tristes y alegres en los que he llorado, que la sensación que tengo en uno y otro, son distintas. Es cierto, que el resultado final es un alivio emocional y físico en ambos. Sin embargo, mientras estoy llorando por un momento triste, tengo sensaciones más amargas, incluso el llanto suena más desconsolado y entrecortado.

    Mientras que cuando he llorado de alegría ha sido una sensación más agradable, incluso lloraba mientras sonreía, sentimientos de orgullo por lo que ha pasado. Además, apenas hay llanto, solo lágrimas, pero sin sonido que es a lo que me refiero con la palabra llanto.

    En definitiva, aunque llorar siempre se ha relacionado con momentos de tristeza, creo que la acción de llorar puede aparecer tanto con emociones de tristeza, alegría, rabia, miedo (pero no en la sorpresa). Ya que, como bien dices, llorar es un proceso de liberación de estrés que puede ayudarnos a gestionar mejor un estado emocional. Y que dependiendo de cada emoción, la forma de llorar será diferente. Es decir, creo que lloramos de una forma concreta cuando estamos tristes y de otra forma cuando estamos alegres, cabreados o sentimos miedo.

    Ya que cada uno y cada una identifique cómo llora cuando está triste, alegre, enfadado, etc. Sería un buen ejercicio de autoconocimiento.

    Un saludo.
    Víctor.

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    1. Muchas gracias por tu docto comentario desde la más sincera y propia experiencia. Tu colaboración a este Blog siempre es algo especial
      Gracias

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  2. Buenas noches, soy de Venezuela y queria preguntar algo que me ha inquietado toda mi vida, tengo 35 años y desde que tengo uso de razon lloro cada vez que asisto a misa o que canto canciones cristianas..aclaro, no de tristeza, solo es como si mi alma llorara pero de felicidad y es un llanto imparable. Si me podrian ayudar mucho se los sabria agradecer. Muchas gracias.

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