TU PRIMER CHICO

Iba a poner como título de este artículo “Tu primer Amor”, pero creo que  -a tus 15 años- es más exacto hablar de tu primer chico. Cuando un día descubras el Amor, así, con mayúscula, te darás cuenta de que lo que ahora estas descubriendo con este chico es distinto.

Y ¿qué imagino que estás descubriendo?. Podría hacer una lista de posibles cosas en concreto, pero yo pienso que lo que estás descubriendo es  -precisamente- la toma de conciencia de que “estás descubriendo”, y que lo estás haciendo por ti misma, y acompañada de alguien que está en tu misma onda. Estás descubriendo la responsabilidad de tus más íntimos actos y sentimientos; algo absolutamente fuera del día a día de tu hogar familiar hasta este momento. Estás descubriéndote a ti misma en un entorno absolutamente nuevo.

Probablemente pienses que sientes una gran atracción por ese chico; que te gusta físicamente; incluso puede que notes ciertas mariposillas por tu cuerpo. Y es posible que incluso te guste por su forma de ser, su forma de pensar, de expresarse, de comportarse. Quizás haya algo que te genere cierta admiración, algo que no encontrabas en tu día a día familiar.

O incluso puede que lo que más te atraiga de él es que crees, sientes, que le gustas, que te aprecia, que te valora; que parece que le importa lo que piensas, lo que dices.

En definitiva, en mi opinión, lo único que se está produciendo en ti es un paso en tu evolución y crecimiento personal. Un día empezaste a ovular, y un día has empezado a ver la vida bajo otra perspectiva. En definitiva, estás descubriendo tu propia personalidad, y estás descubriendo tus capacidades y responsabilidades de la libertad: de  poder hacer cosas que antes no podías.

Y esta etapa, esto que está viviendo, es algo maravilloso, emocionador, arrastrador, casi imposible de detener y controlar. Por eso es, también, peligroso, muy peligroso, porque vas a ser tú, tú sola, la única responsable de los pasos que vayas dando por este nuevo camino y de las consecuencias que se deriven de ellos.

Es una etapa en que te vendría de maravilla tener alguien con quien hablar, alguien en quién tuvieses plena confianza, tanto para hablarle de todo, como para valorar sus consejos. Alguien que en un momento dado te pudiera hacer ver algo que quizás tú no percibas.

Pero lo malo, lo que supone un gran riesgo, es que quizás te resulte difícil abrirte y trasladar a otros tus pensamientos, tus sentimientos, tus dudas, tus momentos de euforia, o tus momentos de pena y desesperanza que sin duda también los habrá. Y, al mismo tiempo, quizás te encuentres con demasiados consejos y consejeros, y demasiados “pre-juicios” de los demás, que con frecuencia empleen términos como “lo que tienes que hacer es….”, o  “esto es así, te lo digo yo…”, etc , y todo ello puede crearte aún más confusiones.

Por eso, para no cargarte yo más con consejos y consejos, sólo te voy a dar uno ahora; consejo, o simple opinión: disfruta a tope la relación con este chico; descubre y descubre; toma las debidas precauciones para no quedar embarazada; y sé todo lo feliz que puedas. Pero desde ya, desde este momento, vive esta situación simplemente como una alternativa positiva, una opción de ser feliz; ….y cuando se acabe, que muy probablemente se acabará, pues así nos ha sucedido a casi todos en la vida, no te lleves ningún disgusto, ni padezcas  “el drama del primer amor roto”. Esto no es más que tu primer chico

Cuando te montas por primera vez en un coche de la auto-escuela, o cuando por fín apruebas el examen y logras tu carné, te sientes muy feliz y capacitada para hacer cosas que hasta entonces nunca habías hecho; pero solo al cabo de los años y de las distintas experiencias de coches y recorridos, hallarás el verdadero placer de conducir.

Disfrútalo como un plato de espaguetis. Cuidado no te pases y tengas una peligrosa indigestión. Pero si te dicen que no hay más espaguetis, ….ya sabes que no es un drama... y que sin duda al día siguiente tendrás otros platos que te gustarán tanto, o más.