Hace unos días una amiga me mandó un pequeño .pps en el que se contaba una experiencia práctica y doméstica sobre la utilidad de la clara de huevo para solventar una quemadura, y me dijo: esto puede ser muy útil para mucha gente, por qué no lo pones en tu blog?. Así que siguiendo la filosofía del blog, aquí está la aportación de esta lectora.
El .pps lo he transformado en un pequeño vídeo con una melodía (Pájaro Chogüí) interpretada al arpa por mis amigos Gustavo y Marcelo
(Tened calma con el vídeo pues a veces tarda unos segundos y vedlo a pantalla completa)
Indudablemente que todos conocemos otros remedios caseros para estos casos. Y para que los recordéis y podáis utilizar en cada caso el que más a mano tengáis, he aquí una pequeña relación de otras posibilidades, además del visto de la clara de huevo
Agua fría
En realidad es un primer paso nada más, pero imprescindible. Lo primero que hay que hacer, es dejar correr sobre la herida un chorro suave de agua fría, durante cinco o diez minutos, para refrescar la zona y los tejidos dañados.
Este paso debe hacerse en todos los casos
Áloe Vera
Es sin duda el mejor remedio contra las quemaduras.
El áloe vera tiene muy buenas propiedades que te ayudarán en el cuidado de la piel, y en este caso, debido a su acción analgésica y sus propiedades cicatrizantes, te servirá de gran ayuda para aliviar el dolor que produce una quemadura. Para este sencillo remedio, primero tienes que pelar una hoja o penca de áloe vera y extraer su pulpa. A continuación, tienes que aplicar la pulpa sobre la zona afectada, recubriendo con una gasa para proteger el área afectada.
La planta de Aloe se caracteriza por un crecimiento enorme, por lo que mucha gente que empieza ilusionada con una plantita en un tiesto, poco a poco va viendo cómo tiene que ir cambiando de tiesto y finalmente (muy a menudo cuando no se tiene un jardín o terreno adecuado) acaba deshaciéndose de ella. Por eso, es muy práctico tener siempre en el botiquín el gel comercializado por ForeverLiving, que es 100% producto natural
Aceite de oliva
Para poner en práctica este remedio, tienes que aplicar una capa de aceite de oliva sobre la zona quemada y después rociar por encima un poco de sal marina. Inicialmente sentirás cierto ardor, pero gracias a esto, evitarás la aparición de una ampolla. Finalmente, tienes que proteger la zona afectada con una gasa y esparadrapo.
Agua y bicarbonato de sodio
Para poner en práctica este remedio, tienes que agregar unas gotas de agua a una cucharadita o dos de bicarbonato de sodio y hacer una pasta espesa, que aplicarás sobre la zona afectada y te ayudará a aliviar el dolor y a que la lesión cicatrice antes.
Miel
La miel es uno de los mejores productos que puede ofrecerte la naturaleza con muchas propiedades, como la propiedad antibacteriana y la analgésica . Después de lavar la quemadura con agua fría y jabón neutro, tienes que aplicar una abundante capa de miel sobre la zona afectada, cubriendo si quieres a continuación con una gasa para proteger la quemadura.
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